Acaban de regalarte un cd de música; estás contento, ilusionado, emocionado... primer inconveniente: el plástico del envoltorio (ni con los dientes).
Acompañas a tu madre al supermercado (dudo que vayas); mientras ella paga, te manda que metas en las bolsas toda la compra (cuando te lo dice ya llevas media hora intentando abrir una de ellas).
En ambos casos, la sensación de inútil es total y encima la culpa no es nuestra. El único consuelo es que el mal es de muchos. Ya sabes el refrán...
No hay comentarios:
Publicar un comentario